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¡Hola de nuevo! Hacía bastante tiempo que no escribía en este blog, y más aún que no hablaba sobre temas técnicos relacionados con el sonido. Así que… ¡vamos allá! Aquí tenéis un post sobre las diferencias entre las mesas de mezclas analógicas y digitales.

¿¡Pero qué es una mesa de mezclas!?

Para todos los que estéis perdidos ahora mismo, vamos con una breve explicación de lo que es una mesa de mezclas. Es una herramienta para trabajar el sonido. En concreto, está pensada para combinar múltiples señales de audio y obtener una única señal como resultado final (de ahí el nombre, mezclar el audio).

Pongamos como ejemplo la mezcla del concierto de una artista pop. Imaginemos que en el escenario hay una batería, un contrabajo, un teclado, una guitarra, la voz principal y tres voces de coro. Es decir: ocho elementos. Cada uno de estos elementos entraría a la mesa de mezclas en lo que llamamos un canal. A priori, necesitaríamos entonces una mesa de ocho canales como mínimo. Bien, una vez dentro de la mesa, un técnico de sonido realizaría la mezcla de todos esos elementos para obtener un único audio. Este audio es lo que saldría de la mesa y se reproduciría a través de los altavoces del concierto para que lo escuchase el público. Fácil, ¿no?

Bueno, no es tan fácil como parece. Lo que entra en la mesa es la señal de audio que se captura de cada instrumento. Para capturar el audio se necesita o bien un micrófono en el caso de instrumentos acústicos (como, por ejemplo, las voces o la batería), o bien, en caso de que el instrumento no sea acústico (como el teclado), una conexión directa a mesa.

¿Qué quiero decir con todo esto? Que vamos a necesitar más de ocho canales en la mesa de mezclas y, por consiguiente, más herramientas (procesadores de dinámica, ecualizadores, efectos de modulación… es decir, más herramientas técnicas que explicaré en futuros artículos) para poder tratar cada señal de audio individual y poder mezclarlas para obtener un sonido final nítido, potente y que haga vibrar al público. Y, al igual que vamos a necesitar múltiples entradas, probablemente vamos a necesitar múltiples salidas y sacar diferentes mezclas simultáneamente para, por ejemplo, cada músico que está en el escenario y necesita escuchar unos instrumentos u otros mientras toca en el concierto.

Estas situaciones se dan cuando tenemos algo como el ejemplo que he comentado antes. Tenemos que tener en cuenta que se utilizan igualmente mesas de mezclas en estudio, radio, teatros… En definitiva, es una de las principales herramientas de trabajo en el campo del sonido.

Vale, vale… ¿y qué es eso de analógico o digital?

Para entender los dos grandes tipos de mesas de mezclas, tenemos que comprender bien lo que significa el ámbito analógico y digital. El ámbito analógico en sonido es cuando el audio se mueve a través de señales analógicas, es decir, voltajes. La captación y reproducción de audio a través de micrófonos y altavoces, respectivamente, se producen siempre en el ámbito analógico. ¿Y cuál es el ámbito digital en sonido?

Llamamos audio digital a la señal analógica codificada para este entorno. Es decir, cuando sufre una conversión para poder tratar el audio con las nuevas herramientas digitales. Por ejemplo, cuando tratamos cualquier audio en el software de un ordenador. Entonces, ¿qué es lo que marca la diferencia para que un audio esté en el ámbito analógico o digital? Pues, en definitiva, si esa señal ha sufrido esa codificación digital o no. Para hacerla, existen los conversores analógico-digital y digital-analógico (AD/DA).

Para entender bien todo esto de señales y conversiones, que puede ser algo complejo, voy a poner como ejemplo explicativo de este tipo de cadena de audio un aparato bastante común a nivel usuario: una tarjeta de sonido o interfaz de audio.

Esta sería la cadena que seguirían los audios de, por ejemplo, cualquier directo de un streamer. Pongamos de ejemplo a Ibai. En cualquier directo, Ibai hablaría al micrófono, y este captaría la señal de lo que dice en analógico. Esta señal de la voz de Ibai entraría a la tarjeta de sonido que tuviese conectada a su ordenador, convirtiendo la señal de analógico a digital. Ahora ya sí que se puede manipular la señal en el ordenador y, por consiguiente, se puede meter en su directo.

Pero, ¿y si Ibai quiere escuchar a la par lo que va diciendo, o los sonidos que salen del videojuego que esté retransmitiendo? Todo lo que quiera oír tendrá que salir del entorno digital y convertirse, de nuevo, en analógico. De esta forma, sus auriculares podrán reproducir el audio que salga del ordenador. Es decir, la tarjeta habrá realizado la conversión digital-analógico.

Vayamos al meollo… ¿mesas digitales o analógicas?

Teniendo en cuenta todo lo comentado, ¿cuál es la principal diferencia entre una mesa de mezclas analógica y una digital? La forma de trabajar el audio. Las mesas de mezclas analógicas trabajan el audio mediante procesos físicos electrónicos, mientras que las digitales tienen como un pequeño ordenador con el que se trabaja todo el audio. Todas las señales, tras la etapa inicial de ganancia, se codifican digitalmente para que poder aplicar todos los procesos en este ámbito: dinámicas, ecualización, reverbeación, etc.

Mesa de mezclas analógica

Mesa de mezclas digital

Esto trae una serie de ventajas e inconvenientes de una respecto a la otra. En el caso de las mesas de mezclas analógicas, la ventaja principal salta a la vista: la accesibilidad que tienes a la hora de llegar a cada uno de los parámetros y ajustes del canal. Si tienes que acceder a un filtro de la ecualización, tienes el potenciómetro ahí, no tienes que acceder a ninguna pantalla y manejarte por menús como es en el caso de las mesas digitales.

Otra de las ventajas es, precisamente, el fundamento de lo que hemos estado hablando todo el post: no hay conversión AD/DA. Este proceso conlleva algo de pérdida en la calidad de la señal. Aunque se haga con conversores de gama alta, siempre hay algo de pérdida. Esto me lleva a comentar la principal ventaja que hace que en los grandes estudios sea el formato preferido: subjetivamente suenan mejor. Al hacer todo el proceso de suma de audios físicamente a través de la electrónica de la mesa, se crea un empaste único en la mezcla final que hace que tenga ese toque único que aporta el analógico y del que tanto se suele hablar en el mundo del sonido. Esto suele ir acompañado del carácter propio que suelen aportar los procesadores de los canales de estas mesas.

Todo esto, sobre todo, se aplica a los modelos costosos de gama alta que se han convertido en estándares de la industria (SSL, Neve, API…), ya que, además, los hemos oído en miles de grabaciones a lo largo de la historia de la música. Es decir, es un tipo de sonido que es agradable al oído humano, como lo es casi todo en el mundo analógico.

Por contra, tenemos la ausencia de todos los avances técnicos que aporta el ámbito digital al audio, sobre todo en el campo del sonido en directo. El primero, el tamaño. Ya no solo por la mesa en sí (que si son de muchos canales acaban siendo largas y pesadas), sino por todos los aparatos que hay que llevar a parte para realizar la mezcla (reverbs, compresores, delays…). Todo esto, en el caso de las digitales, va metido en el cerebro digital de la mesa.

Otra ventaja que tienen las mesas digitales respecto a las analógicas es la cantidad de comodidades que ofrecen a la hora de trabajar: puedes guardar sesiones con todos los parámetros de la mezcla en la memoria del mezclador, puedes ampliar las características propias del mixer con tarjetas de expansión, puedes transmitir un montón de canales con tan sólo un cable digital (con las analógicas, para llegar desde el escenario de un concierto hasta la mesa necesitarías una manguera con todos los cables, ¡incomodísimo!), y un montón de otras comodidades que me estoy dejando en el tintero que facilitan la vida, sobre todo, en conciertos o espectáculos.

Concluyamos: ¿cuál es mejor?

Repuesta corta: Ninguna es mejor que otra. Como ya hemos visto, cada una tiene una serie de ventajas o desventajas respecto la otra. Tienes diferentes características y utilidades que sirven para multitud de ámbitos dentro del sonido. ¿Cuál es mi opinión?

Desde luego, en directo, a no ser que sea una cosa muy pequeña, me llevaría sin duda una mesa digital, al igual que en radio o en teatro. Otra cosa es si te montas un estudio. A día de hoy, un estudio es algo muy personal, depende de lo que vayas a hacer ahí vas a necesitar de unas cosas u otras. Puedes hasta no tener una mesa de mezclas si quieres. Pero vamos, yo en el estudio utilizo mesas y hardware externo analógico que me permite trabajar cómodamente y obtener el sonido que busco en mis trabajos.

¡Hasta aquí el artículo! Espero que os haya parecido entretenido o que hayáis aprendido algo nuevo. Aprovecho para dejaros por aquí el portfolio de nuestra web y los enlaces a nuestros canales de YouTube y de Spotify. ¡Nos vemos en el siguiente post!