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Hoy quiero hablaros de una unidad que llevo usando desde hace mucho tiempo y que es una de las piezas indispensables en mi espacio de trabajo: el Focusrite Platinum Trakmaster. Es un channel strip, por lo que incluye un previo de micrófono, una etapa de compresión y una última zona dedicada a la ecualización. ¡Vamos a ello!

Entradas y preamplificación.

No os voy a engañar, casi siempre he usado este Focusrite Platinum Trakmaster como un previo externo. Por lo general lo he utilizado para pasar por ahí señales directas de guitarras, bajos… ¿Por qué? Veamos las entradas que tiene:

Si no fijamos en la parte frontal, vemos una entrada para micrófono y otra de instrumento. Esta última hace que tengamos a nuestra disposición la posibilidad de grabar señales con bajo nivel y alta impedancia (como son las de guitarra, por ejemplo). En este aspecto, esta unidad parece diseñada para eso, grabar este tipo de instrumentos. Da un resultado excelente. Y si nos fijamos en la amplificación de micrófono, es más que correcta. ¿Da algún tipo de carácter a la señal? No, no es el caso. Da un señal bastante clara y fiel, incluso algo cristalina. En según qué voces, cuando he combinado varios micros y previos para sacar distintos matices, usando este previo me he encontrado con resultados muy interesantes y con una sensación de tener una paleta más amplia en lo que se refiere a sonoridad.

A la izquierda de las entradas tenemos un botón para activar el phantom y, a la derecha, el potenciómetro de ganancia de entrada y dos botones. El primero nos permitirá seleccionar qué señal va a entrar a esta unidad, si la que está entrando por la entrada de micro/instrumento o por la entrada de línea (en la parte trasera). El segundo nos permite aplicar un filtro paso alto a la señal (si está entrando por la señal de micro). ¿Y si conectamos algo a la entrada de instrumento y la de micro a la vez qué sucederá? Bueno, para empezar, jamás debería hacerse eso… pero, en tales casos, la propia unidad da prioridad a la señal que entra por la entrada de instrumento.

Compresión.

Vayamos con el compresor óptico que incorpora este channel strip. Veamos una foto de los distintos parámetros:

Lo primero en lo que nos fijamos es que no tenemos los parámetros habituales de un compresor. No vemos threshold, ni ataque, ni ratio… Nada de nada. Entonces, ¿qué es lo que tenemos? Empecemos con el primer potenciómetro.

Este es el de COMPRESSION. Esta ruleta vendría a hacer de threshold en este compresor. Cuanto más a la derecha la giremos, más compresión obtendremos. No te da unos valores que puedas seleccionar para establecer el umbral del compresor, sino que metes más o menos señal a este en función de cuánto gires este potenciómetro. Se parecería más al parámetro INPUT de un 1176 que al de threshold de, por ejemplo, un compresor digital.

Luego tenemos dos botones con los que nos dan la posibilidad de manejar tanto el ratio como el ataque del compresor. De normal, este va a dar un ratio de compresión en torno al 3:1, mientras que si tenemos pulsado el botón de TIGHT, vamos a conseguir un ratio más bestia, en torno al 6:1. ¿Y qué hace el botón de PUNCH? Con este botón podremos cambiar el tiempo de ataque de rápido (sin pulsar) a lento (pulsado).

Tras esta sección, vemos un medidor de reducción de ganancia, algo bastante normal en los compresores. Y, tras este, un potenciómetro de RELEASE, que hace lo mismo que en todos los compresores: marcar el tiempo que tarda en dejar de comprimir la señal.

Después tenemos el parámetro de TUBE SOUND. Este me parece muy curioso, ya que está para tratar una característica sonora más subjetiva que objetiva, lo que hace que sume puntos para mí. Emula el sonido que dan las válvulas en los compresores, la sensación de lo que se suele llamar “calidez de las válvulas”. Cuanto más lo giremos a la derecha, más “calidez” obtendremos.

El último de los potenciómetros es el de MAKEUP, que es el make up gain de todos los compresores. La recuperación de la ganancia que se ha perdido en todo el proceso de compresión. Tras esta ruleta, dos botones: Uno nos permite ubicar la compresión después de la ecualización y otro nos permite hacer un bypass a toda esta etapa de compresión.

Ecualización.

Cualquiera que vea el ecualizador de este Focusrite Platinum Trakmaster podría decir “qué limitado, da muy pocas opciones…”. Nada más lejos de la realidad. Echémosle un ojo:

Tres únicas bandas y, si sabes dónde usarlas, no hacen falta más. A la izquierda, dos potenciómetros y un botón para controlar las frecuencias graves. El primer potenciómetro es el de ganancia, que te permite subir hasta 14 dB y bajar hasta 12dB. El segundo es el de frecuencia, el cual, dependiendo del botón de abajo, nos permitirá seleccionar la frecuencia en la que queramos trabajar. ¿Y por qué depende del botón? Este nos va a hacer cambiar de modo este filtro. Si lo presionamos estaremos en el modo INST, mientras que, si lo dejamos libre, tenderemos el modo VOCAL. ¿En qué se traducen estos modos? El INST significa que estaremos aplicando un filtro shelving en el rango de 25-400 Hz, mientras que en el VOCAL tendremos un filtro semiparamétrico en el rango de 50-800 Hz.

Si pasamos al siguiente potenciómetro, veremos que es únicamente una ruleta de ganancia para la zona de medios. Podremos subir 12 dB o bajar 15 dB la zona de 1,5 kHz, con una Q bastante amplia. Y si miramos el último filtro, destinado a la zona de agudos, veremos que hay un potenciómetro de ganancia y un botón similar al de graves. Al no tener un parámetro que permita elegir la frecuencia en el rango de agudos, lo seleccionamos con el botón de INST y VOCAL. Esta vez, cada modo no lleva un tipo de filtro, si no que ambos son filtros shelving. En el modo INST lo aplicaremos a partir de 3,3 kHz y en el modo VOCAL a partir de 10 kHz. Y por último, a la derecha del potenciómetro, tenemos otro botón para activar o desactivar todo el ecualizador.

Etapa de salida y panel trasero.

En la última parte frontal del módulo tenemos tres elementos fundamentales. Un picómetro de salida, un potenciómetro para controlar el nivel de salida y un botón de encendido. Veamos foto:

Y, para terminar, veamos la parte trasera del módulo (perdón por la calidad de imagen, me ha sido imposible encontrar una foto en mejores condiciones):

Podemos dividir esta parte en dos zonas. La primera sería la destinada a señales de línea y la segunda a señales digitales. A la izquierda del todo podemos ver dos salidas de línea. Ojo, no se pueden usar simultáneamente, ya que una es para salir a equipos profesionales (+4 dBu) y otra para salir a equipos domésticos (-10 dBV). A la derecha de estas salidas, la entrada de línea de este módulo. Y, por último, todo el apartado digital, en el cual no me voy a meter al detalle porque jamás lo he utilizado. Podemos ver una entrada externa adicional (ojo, sólo sirve para sacar señales estéreo por la salida digital, no por la de línea), una salida SPDIF, dos botones para cambiar frecuencias de muestreo y una salida para señal de reloj.

Conclusiones.

No os voy a mentir, estoy encantado con esta unidad. Como he dicho antes, he usado este Focusrite Platinum Trakmaster como previo externo durante años, y me ha dado un resultado impresionante. Y ahora, usándolo como módulo externo de hardware para mezclar, no puedo estar más encantado. A nivel musical, es mi elección principal a la hora de procesar bajos. Los paso por el módulo y no necesito nada más, como mucho algún paso alto y lo que quiera añadir de reverbs o delays. Ojo, para voces también le estoy sacando partido, pero más en trabajos que tienen que ver con locuciones o procesamientos de diálogos en audiovisuales. Y, sin nada más que decir sobre el módulo, concluyo aquí la valoración. No olvidéis pasaros por nuestras listas de reproducción de Spotify y YouTube. ¡Nos vemos en el siguiente post!